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Norma y principio en el "jus commune" |
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Resumen |
El estudio ofrece una síntesis de algunos aspectos de la metodología de los juristas del Jus Commune y de algunos teólogos influidos por ella. El autor diferencia claramente dos momentos de la reflexión sobre la ciencia jurídica. Uno, el anterior al siglo XVII, y el otro, que comienza en el siglo XVI, que en el plano filosófico general fue el representado por Gabriel Vázquez de Belmonte, Luis de Molina y Francisco Suárez. Gabriel Vázquez se rebeló estruendosamente frente a Tomás de Aquino -y con él, frente al espíritu de la filosofía práctica medieval- y le siguieron por este camino Molina y Suárez. Lo propio de estos teólogos fue la adopción del criterio ex objecto en la ética, según el cual, la bondad o maldad dependen intrínseca y radicalmente de la conducta misma; de modo que el saber práctico se resuelve en el conocimiento de las naturalezas de las cosas en la mente divina; así que, manente natura rationali, lo bueno será tal siempre, y lo mismo sucederá con los actos malos moralmente. La consecuencia más inmediata es que la doctrina de la ley natural se pobló con esencias eternas e inmutables. La Edad Media no había visto así las relaciones entre el momento general (más bien teórico) y el momento práctico, siempre concreto. El autor se apoya en Pedro de Bellapertica, Albertus Bolognettus, François Conan, Johannes Althusius, y, entre los teólogos, especialmente en Tomás de Aquino, para mostrar lo que explicaba Johann Eisenhart a mediados de la Ilustración: que la lógica es siempre rígida y procede desde lo general a lo particular, mientras que la metafísica enseña a obtener las causas desde los efectos, los principios desde los principiata los primeros elementos desde los últimos, los antecedentes desde los consecuentes y el todo desde las partes. |
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